martes, 11 de enero de 2011

¿Qué pasa durante la germinación?

Cuando las semillas se germinan su contenido nutricional cambia se mejora y aumenta. En cuanto la semilla entra en contacto con el agua, el oxígeno y el calor necesarios, empieza a desarrollarse y tienen lugar entre otros los fenómenos siguientes:

1. Mediante la absorción de agua la semilla duplica su volumen y revienta la cáscara protectora.


2. Las enzirnas se activan y provocan una serie de transformaciones: Las sustancias de reserva son predigeridas y se transforman en ácidos aminados, algunos de los cuales son imprescindibles para el ser humano. El contenido proteico de la semilla queda presente en el germinado, pero de una forma más fácilmente asimilable. Se sintetizan abundantes vitaminas y fermentos. Otras vitaminas como la Vitamina C se multiplican. Las sales minerales (calcio, fósforo, hierro, potasio y magnesio) también se multiplican. Las grasas se transforman en ácidos grasos y el almidón en maltosa y dextrina, azúcares más simples que exigen menos esfuerzo al aparato digestivo. Así pues, se reduce la naturaleza feculosa de la semilla, se forma la clorofila.

Los ácidos y las toxinas que de forma natural acompañan a la semilla para su defensa, se descomponen. El volumen y el contenido de agua pasa de ser de un 5 al 12% en la semilla a un 70% en el germinado ( con 3 cucharadas de semilla puede obtenerse casi un litro de brotes o germinados).

¿Qué son los germinados?

Los germinados son uno de los pocos alimentos que ingerimos cuando aún están vivos, lo cual aumenta enormemente su valor nutricional.
Las semillas germinadas son brotes llenos de vitalidad. Su excepcional cantidad de nutrientes las hace indispensables en una dieta sana, además de aportar su sabor a numerosos platos.
El contenido nutricional de las semillas germinadas es equiparable al de las frutas y verduras, pero las superan en cuanto a su riqueza enzimática y en clorofila, muy importante por su acción antianémica, revitalizante y antitóxica. Todo ello los convierte en alimentos completos que pueden contribuir a corregir las carencias de la alimentación moderna.
Los germinados son únicos ya que están disponibles en cualquier época del año y en cualquier lugar del mundo. Su ciclo de cosecha es de tan solo una semana y su rendimiento muy grande. Con un solo kilo de semillas de alfalfa se producen entre 10 y 14 kilos de germinados frescos.

Propiedades nutricionales

Las propiedades nutricionales de los germinados son altísimas
Por ejemplo en cuanto a proteínas, los germinados de alfalfa, girasol y rabanito poseen un 4%, mucho más que muchas verduras. Los germinados de soja o de guisantes, con un 27% de proteína son comparables al porcentaje de la carne, la leche y los huevos, pero sin el gran contenido en grasa.

Los germinados de cereales y algunas semillas como el trigo y las pipas de girasol, son ricos en grasas. Mientras la grasa de la harina y el germen de trigo se enrancian muy rápidamente, las grasas en los germinados duran semanas. El tan afamado aceite de germen de trigo es roto en fracciones de ácidos grasos esenciales de los cuales más de un 50% es Omega 6. Mientras que el aceite de girasol es la mejor fuente de ácidos omega 6, los germinados de girasol hacen esas grasas más digestivas y asimilables.

Propiedades terapéuticas

Los germinados son sobradamente conocidos porque ayudan a prevenir enfermedades.
  1. Favorecen los procesos de desintoxicación y depuración.
  2. Fortalecen el sistema inmune.
  3. Combaten la acción de los radicales libres.
  4. Estimulan la secrección del páncreas.
  5. Facilitan la digestión al activar los procesos de regeneración y desinflamación del aparato digestivo.
  6. Mejoran el funcionamiento intestinal y fortalecen la flora intestinal.
  7. Rebajan el índice de colesterol.
Favorecen en general el metabolismo por su acción reconstituyente.